Libros editados por Institut Homeopàtic de Catalunya
El acto terapéutico que debe terminar en la curación se basa en el sacrosanto diagnóstico. Luego, el fin principal de la consulta alopática es establecer un diagnóstico patológico, es decir, determinar según los métodos nosológicos más modernos y más recientes, la etiqueta mórbida. Dicen y enseñan en todas partes que sin diagnóstico no se puede ni se debe emprender tratamiento. Según la enseñanza universitaria de la Escuela Antigua, la investigación de las manifestaciones patológicas objetivas es absolutamente esencial; en la consulta alopática corriente, la interrogación, excepto en las enfermedades psíquicas, representa un rol natural secundario, ya que la consulta debe basarse esencialmente en constataciones objetivas y se realiza más bien en exámenes de todas clases efectuados por medio de numerosos instrumentos más o menos complicados y con análisis clínicos variados. Un instante de reflexión nos convencerá de que es evidente que todos estos procedimientos sólo tienden a determinar el órgano o el sistema afectado y su grado de contaminación. Es la caza de las manifestaciones objetivas, de los productos últimos, de los resultados mórbidos. Si estos resultados no se revelan de una manera objetiva precisa, y si el paciente solo sufre trastornos funcionales, o si tal vez su enfermedad está todavía en sus comienzos, presenta solamente trastornos subjetivos. Entonces se juzga y diagnostica arbitrariamente el caso diciendo: "Es un nervioso, un psíquico, un imaginario". En la consulta homeopática el fin es ante todo el establecimiento del diagnóstico terapéutico. Y para obtenerlo uno no se satisface, en absoluto, con el diagnóstico patológico solamente, y que todo médico consciente practica de la mejor manera que sus conocimientos le permiten. No, el fin del médico homeópata es establecer cómo pudo una afección determinada desarrollarse en un enfermo, investigar todos los detalles que conciernen a la evolución de esa enfermedad, y finalmente y sobre todo, saber precisamente en qué difiere este enfermo de todos los otros que poseen el mismo diagnóstico nosológico.